sábado, 2 de noviembre de 2013

El papel de la mujer como motor del desarrollo

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Escrito por administrador dos   
Martes, 08 de Marzo de 2011 22:12
 
“Siete de cada diez personas que pasan hambre en el mundo son mujeres, según Naciones Unidas. Las mujeres aportan dos terceras partes de las horas de trabajo. Ellas, sin embargo, tan sólo poseen 10% de los ingresos mundiales y 1% de los medios de producción.
Así, nacer mujer supone tener más posibilidades de vivir en la pobreza, ser marginada y ser más vulnerable a la violación de los derechos fundamentales.”

ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
Según Naciones Unidas, si a las mujeres se les ofrece el mismo apoyo que a los hombres, éstas aumentan el rendimiento de los cultivos en 20 por ciento. En Marruecos, según AECI, España ha invertido 45 millones de euros en micro créditos y las mujeres han generado más del doble. Además, si en América del Sur se eliminasen las desigualdades de género en el mercado de trabajo, el producto nacional incrementaría en más de 5 por ciento.

La participación de la mujer en el desarrollo es un detonante para revertir el ciclo inter-generacional de pobreza. Una sociedad formada es el punto de partida para el desarrollo y para el control de lo que Jeffrey D. Sachs llama “trampa demográfica”. Una mujer que va al colegio tendrá hijos con más edad y estos serán menos numerosos, por lo que se mejorará la nutrición de los niños, su higiene, su salud y su educación.

FUNDESA, reconociendo la importancia de la mujer como motor del desarrollo, dedica la presente edición del Boletín de Desarrollo a delinear la realidad de las mujeres en Guatemala, destacando los puntos sobre los cuales se debe reflexionar para construir en pos de un futuro mejor para los guatemaltecos.

Tomando como base el estudio publicado por Naciones Unidas, “The World's Women 2010: Trends and Statistics”, a continuación se presenta un análisis descriptivo de los principales ámbitos en los que se desenvuelve la mujer, identificando espacios en los cuales es necesario realizar mejoras.

ESTADÍSTICAS DEMOGRÁFICAS Entre 1950 y el año 2010, la población de mujeres en Guatemala ha pasado de 1.56 millones a 7.37 millones, es decir, se ha multiplicado a razón de 4.7 veces en 60 años. Adicionalmente, las mujeres han pasado de representar el 49.5% de la población, a representar el 51.3%. En términos comparativos, Guatemala es el 8° país en Latinoamérica con mayor número de mujeres, superado solamente por las grandes economías de la región. Circunscribiéndonos solamente a Centroamérica, Guatemala es el país con mayor número de mujeres, contando con el 34% del total del istmo.
Referente al crecimiento demográfico, Guatemala es el país de Latinoamérica con la tasa de fertilidad más alta, superior a los 4.2 niños por mujer en edad fértil, mientras que el promedio de la región es 2.6. Ahora bien, se ha logrado disminuir este valor en 2.8 desde 1950, cuando era de 7.0 niños por mujer en edad fértil. Sin embargo, países con una situación similar en 1950 han logrado reducir sus tasas de fertilidad de forma aún más drástica: República Dominicana: de 7.6 a 2.7; Nicaragua: de 7.2 a 2.8; y Honduras de 7.5 a 3.3. Finalmente, Guatemala es el país de la región con la edad promedio más baja en las mujeres al momento de contraer matrimonio; aproximadamente 20.4 años.
El promedio latinoamericano es de 23 años, siendo Perú el que cuenta con el valor más alto (24.7 años). ESTADÍSTICAS DE SALUD La esperanza de vida al nacer para una mujer en Guatemala es de 73.78 años, siendo el segundo valor más bajo de Latinoamérica, superando solamente a Bolivia (67.7 años). Esta situación está altamente correlacionada con la alta tasa de mortalidad en las niñas menores de 5 años, la cual es 34 casos por cada 1,000 nacimientos vivos. El promedio para la región es 23.9 casos.

Por aparte, el porcentaje de mujeres embarazadas que reciben atención prenatal es de 84.3%, muy por debajo de la media latinoamericana que es de 91.4%. Adicionalmente, Guatemala presenta la tasa más baja en Latinoamérica de partos atendidos por personal especializado, siendo solamente el 41.4% de los casos (el promedio para la región es de 84.1%).
También es grave la situación en cuanto a mortalidad materna, con una tasa de 290 casos por cada 100,000 nacimientos vivos. Esta tasa es la más alta de la región, con un valor similar al presentado por Bolivia y Honduras.

Por último, en relación al número de mujeres casadas (o en unión permanente de pareja), sólo el 43.3% usan algún método anticonceptivo, siendo el valor más bajo en Latinoamérica, donde el promedio es de 69%. Esta situación tiene una incidencia directa en la calidad de vida que puede esperar tener una mujer a lo largo de su vida reproductiva, entre los 15 y los 49 años.

ESTADÍSTICAS EDUCATIVAS
En cuanto a la tasa de alfabetismo para mujeres en edades mayores a 15 años, Guatemala cuenta con la tasa más baja de Latinoamérica, siendo 68.7% de la población. De igual forma, la tasa de alfabetismo en población joven es de 83.6% para mujeres, quedando por debajo de la media de la región de 96.6%. Adicionalmente, del total de personas analfabetas en el país, el 62.94% son mujeres.

Por aparte, si nos enfocamos en la educación primaria, existe un 93% de cobertura para mujeres, teniendo un 61.7% de supervivencia hasta 6° primaria. Ahora bien, la tasa de repitencia en primaria para niñas es de 11.2%, siendo superada solamente por Brasil con un 20.1%.

El desafío pendiente es con las niñas que cuentan con una edad adecuada para estar estudiando en el nivel primario de educación (entre los 6 y los 15 años), pero que se encuentran desarrollando otro tipo de actividad. El porcentaje asciende al 76.1%, siendo el más alto de Latinoamérica y muy por encima del promedio de la región que es de 49.5%.

ESTADÍSTICAS LABORALES
Mientras que en 1990 el porcentaje de mujeres adultas que, estando en edad de trabajar, pertenecían a la fuerza laboral era de 27.7% (segundo valor más bajo en Latinoamérica), en el 2010 este porcentaje subió a 46.4%, superando a Costa Rica, México, Nicaragua y Honduras.

En cuanto a la tasa de participación en la fuerza laboral (mujeres mayores de 15 años), las mujeres representan el 38.2%, cercana a la media de 40.4% para Latinoamérica.

Variables adicionales sobre la participación de la mujer en la fuerza laboral no se encuentran disponibles para Guatemala, pero es importante contar con una idea general de la situación para Latinoamérica:
Participación de la mujer por sector: 75.2% servicios, 15.7% industria, 9.1% agricultura Mujeres que dirigen negocios propios: 27.7% del total de las mujeres que trabajan Mujeres en puestos gerenciales: 32.0% (País con más participación: Panamá 48%) Salario en el sector manufacturero: 70.5% del salario que perciben los hombres.

Por último, es muy interesante conocer los beneficios que reciben las mujeres durante su período de maternidad. En Guatemala, una mujer recibe en promedio un período de maternidad de 12 semanas (84 días), con un salario equivalente al 100% de su pago regular. El país con mayores beneficios es Chile, con un período de maternidad de 18 semanas recibiendo el 100% de su salario regular; mientras que Paraguay y Nicaragua son los países con menores beneficios, teniendo un período de maternidad de 12 semanas, pero recibiendo entre un 50% y un 60% de su salario regular.


ESTADÍSTICAS SOBRE VIOLENCIA
Aunque el informe de las Naciones Unidas no contiene un apartado específico sobre Guatemala en cuanto a estadísticas sobre violencia en contra de la mujer, es relevante presentar los resultados obtenidos para Latinoamérica como región:
El 38.2% de las mujeres encuestadas reportan haber sufrido algún tipo de violencia física durante su vida, de las cuales, el 89.9% reportan que el perpetrador fue su pareja sentimental o compañero de habitación.
El 18.9% de las mujeres encuestadas reportan haber sufrido algún tipo de violencia sexual durante su vida, siendo el perpetrador alguien cercano. De este grupo de mujeres, el 38.1% reportan haber sufrido este hecho en los últimos 12 meses.

De las entrevistadas, el grupo de mujeres que más reportaron haber recibido algún tipo de agresión física o sexual por parte de su actual pareja en los últimos 12 meses, se encuentra entre los 20 y los 24 años.
Además, se presenta una tabla indicando el porcentaje de mujeres en Latinoamérica que respondieron de forma afirmativa, cuando se les preguntó si su pareja podía agredirlas de forma justificada en cada una de las siguientes situaciones:
CAUSA O MOTIVO Total Resultados por nivel educativo Ninguno Primaria Secundaria Haber quemado la comida 5.8% 10.0% 7.7% 2.4% Haber discutido durante el día 5.6% 9.7% 7.3% 2.3% Haber salido sin consentimiento de él 11.9% 17.3% 14.8% 6.2% Haber descuidado a los hijos 15.3% 20.2% 18.4% 9.9% Haberse reusado a tener relaciones sexuales 5.1% 9.0% 5.6% 2.3%

ESTADÍSTICAS SOBRE PARTICIPACIÓN POLÍTICA
De acuerdo a las cifras más actualizadas (2009), Guatemala cuenta con 12% de participación de las mujeres en el Congreso. Esta tasa es una de las más bajas en Latinoamérica, superando sólo a Brasil (9.0%) y Colombia (8.4%). La tasa promedio de la región es de 19.7%.
En cuanto a la participación de las mujeres en cargos ministeriales, Guatemala cuenta con una tasa de 6.67%, la más baja de Latinoamérica. El país con mayor participación es Chile con 40.9%, seguido de El Salvador con 38.9%. El promedio para los 18 países analizados en Latinoamérica es de 24.5%.

Por último, en cuanto a la participación de las mujeres en alcaldías y cargo municipales, la tasa es de 2.5%, al igual que en Ecuador (valores más bajos en la región). El promedio de participación en estos cargos en Latinoamérica es 7.9%, resaltando el caso de Panamá con 15.6%.
Es importante de mencionar que, de los 18 países analizados, solamente Venezuela no cuenta con algún criterio sobre cuotas de participación para mujeres en los cargos públicos.

COMENTARIOS FINALES
Hoy en día no puede ocultarse la preponderancia que tienen las mujeres como eje fundamental del desarrollo en la mayoría de países. Su participación en la toma de decisiones y su rol como generadoras de cambio han sido reconocidos en la mayoría de países, quedando pendiente su mayor inclusión y remuneración en los distintos ámbitos de trabajo fuera del hogar.

Algunas cifras sobre la importancia del rol de la mujer en la toma de decisiones dentro del hogar:
52.0% de las mujeres perciben un salario que contribuye a las necesidades en el hogar.
95.6% de las mujeres deciden sobre cómo administrar los ingresos del hogar.
81.9% de las mujeres toman las decisiones sobre los gastos diarios del hogar.
70.7% de las mujeres son responsables sobre el manejo total de los recursos del hogar al momento de tomar decisiones importantes.

No obstante, las mujeres son altamente vulnerables en los ámbitos fuera del hogar, donde su capacidad de incidir se encuentra mermada, mayormente en los países en vías de desarrollo. El informe de la ONU, “The World's Women 2010: Trends and Statistics”, hace mención a la realidad mundial sobre este tema, destacando puntos sobre los cuales se debe trabajar en los próximos años.

a) Tendencias Demográficas: el mayor porcentaje de mujeres en los grupos de mayor edad es significativo y va en aumento, con consecuencias obvias para el cuidado de la salud y otras necesidades sociales. Una vez constituidas las familias, su mantenimiento y el cuidado de sus miembros recae principalmente sobre los hombros de las mujeres, que invierten, en promedio, más horas de trabajo por día que los hombres.
b) Salud y Asistencia Social: debido a las condiciones naturales del embarazo, las mujeres se encuentran más expuestas a riesgos que afecten negativamente su salud en el largo plazo. El acceso a cuidados prenatales y la asistencia por parte de personal calificado durante el parto es un tema imprescindible sobre el que se debe actuar para reducir las tasas de mortalidad, tanto materna como infantil.

c) Educación: siendo positivas las tendencias mundiales en cuanto a enseñanza primaria, aún el progreso sigue siendo desigual, con un ligero estancamiento. Si bien el progreso general en la enseñanza primaria en la última década es alentador, todavía existen grandes obstáculos en la educación primaria: 39 millones de niñas en Latinoamérica están fuera de la educación primaria. Por aparte, los retos siguen siendo grandes en cuanto a educación secundaria y educación superior, siendo el primer paso a tomar el incremento en la cobertura. Las diferencias de género en estos niveles educativos son evidentes en todo el mundo, habiendo predominio de las mujeres en los campos de la educación, la salud y el bienestar, las ciencias sociales, humanidades y arte, estando poco representadas en los campos de la ciencia y la ingeniería.

d) Mercado Laboral: la brecha entre las tasas de participación de hombres y mujeres se ha reducido ligeramente en los últimos 20 años, pero sigue siendo considerable. Estas brechas de género son más pequeñas en la edad adulta temprana, manteniéndose amplias en las edades en las que los jóvenes inician a trabajar. Con los años, las mujeres se han posicionado en ocupaciones tradicionalmente masculinas; sin embargo, todavía son rara vez empleadas en puestos de trabajo donde el status, el poder y la autoridad son importantes.

Finalmente, y a pesar de los cambios que se han producido en la participación de la mujer en el mercado laboral, las mujeres siguen soportando la mayor parte de las responsabilidades en el hogar.

e) Violencia contra la Mujer: los autores de la violencia contra las mujeres son más a menudo sus propias parejas. A este respecto, las mujeres más jóvenes tienen más riesgo que las mujeres mayores, y debido a que las consecuencias de esa violencia tienen repercusiones para toda la vida, se genera un efecto negativo en la familia y la sociedad. Al mismo tiempo, en muchas regiones del mundo las costumbres generan una presión considerable sobre las mujeres, llevándolas a aceptar ser golpeadas por sus esposos, incluso por razones triviales.

f) Participación en la Sociedad: en todo el mundo, la falta de equidad en la toma de decisiones en el gobierno persiste. Las mujeres siguen estando sub-representadas en los parlamentos nacionales, donde en promedio sólo el 17 por ciento de los escaños están ocupados por mujeres. En las posiciones más altas son aún más grandes las diferencias: sólo 11 de 192 Jefes de Gobierno elegidos en el mundo son mujeres. En el sector privado, las mujeres son visibles solamente en los consejos de administración de las grandes empresas, pero sigue siendo baja su participación en comparación con los hombres.

A manera de comentario final, es importante reconocer el papel directo que tiene la mujer en la construcción del desarrollo a través de su participación en el ámbito económico, pero además, no debe menospreciarse como agente generador de cambio, individuo integrador a lo interno de las familias, y administradora del recurso educativo, moral y social de un país. El contribuir a su mayor integración en la toma de decisiones, así como la protección de sus derechos, es una tarea que debemos emprender como sociedad global

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