sábado, 2 de noviembre de 2013

«No temas, Guatemala»

«No temas, Guatemala»
«No temas, Guatemala» PDF Imprimir E-mail
Lunes, 13 de Abril de 2009 12:33

Esta campaña tiene como objetivo llevar un mensaje de esperanza y ayuda a las áreas damnificadas, así como exhortar a las personas que no sufrieron pérdidas humanas o materiales a no olvidarse del necesitado.
A continuación, una entrevista realizada en este contexto al reverendo Cornelio Midence, Director ejecutivo de la Sociedad Bíblica de Guatemala, en Exclusiva para Cid News Media.com.
La Sociedad Bíblica, transformando pueblos con la palabra de Dios.
Convencidos de estar cumpliendo la misión de llevar a los pueblos del mundo la palabra transformadora de Dios, la Sociedad Bíblica nos comenta el tema de un cambio auténtico y urgente para el hombre de hoy.
Estas sociedades bicentenarias han logrado trascender a más generaciones y pueblos, que sin ser iglesia, se han comprometido a cumplir un mandamiento: compartir el amor y la misericordia de un Dios vivo, que ha llegado al mundo a través de nuestro Señor Jesucristo.
El Reverendo Cornelio Midence, Director ejecutivo de Sociedad Bíblica de Guatemala, nos hace una invitación a navegar por el testimonio unificador de esta organización, ante las iglesias existentes en el mundo actual.
¿Cuál es la visión que tienen como Sociedad Bíblica?
Nuestra visión es hacer accesible la palabra de Dios a toda criatura, para que toda persona tenga un cambio, que es precisamente lo que puede transformar una sociedad.
La labor se desarrolla dentro de una confraternidad de Sociedades Bíblicas Unidas, que es una organización representada por Sociedades Bíblicas de todo el mundo, y que abarca unos setenta territorios, incluyendo Cuba y China Continental.
¿Cómo influye la Sociedad Bíblica en regímenes autoritarios como los existentes?
Por un lado, respetando y valorizando las culturas, empezando por su propio idioma. En nuestro país estamos desarrollando el proyecto de traducción de la palabra de Dios a diversos idiomas y dialectos, que es parte de la riqueza de nuestra nación.
En la actualidad tenemos la traducción de la Biblia en cinco idiomas indígenas y en los próximos cuatro años la traducción a otros cuatro idiomas mayas, además de la traducción del Nuevo Testamento a otra diversidad de idiomas.
Estamos cumpliendo la mejor de las misiones, que es llevar la palabra de Dios a toda criatura en su propio idioma, para que pueda vivir los principios y valores de una forma tal que comprenda que la Biblia no es sólo para la Iglesia sino para la humanidad misma.
El concepto de la globalización aquí se viene trabajando desde hace mucho tiempo, donde la interconexión y la comunión entre las sociedades bíblicas ha sido fortalecedor. Es así como los gobiernos del mundo han abierto sus puertas, haciendo de nuestra labor una labor hermosa, por ejemplo el gobierno de China nos permitió establecer una imprenta desde hace ocho años, y en Cuba desde hace veinte años que venimos trabajando para promover la misión de la palabra de Dios.
Como SB tenemos más de doscientos años en el cumplimiento de la misión de promover la palabra de Dios, surgiendo el sentir en Inglaterra de que era necesario y sumamente trascendental el tener acceso a la Palabra, no solamente para los habitantes del imperio británico sino para toda persona, en todo idioma posible.
Después del asombroso testimonio de fe de una niña de Gales, quien había ahorrado durante cuatro años y caminado 30 kilómetros para comprar una Biblia y cuando llegó al sitio donde las vendían no encontró ninguna, se establece la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera y se adhieren otras con objetivos similares, no sólo en Inglaterra sino también en Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, y hasta Rusia, pues después del desmembramiento de la Unión Soviética de todos los países emergentes, surge también la necesidad de que la SB apoye y lleve la obra a estos lejanos lugares.
La sociedad Bíblica tiene tres elementos esenciales: la traducción, la publicación y la distribución de las Sagradas Escrituras. Dentro de nuestra labor también está la búsqueda continua de recursos en todo el mundo, para que las personas tengan acceso a la palabra de Dios en su idioma local y al precio más bajo posible.
Dado el analfabetismo existente en Guatemala, ¿cómo llega Sociedad Bíblica a esas comunidades?
Contamos con un proceso muy interesante, sabemos que el cuadro de analfabetismo en Guatemala es dramático y esa realidad no puede ocultarse.
Desde hace varios años estamos usando el recurso de audio, hemos grabado en conjunto con otras entidades afines que reconocen nuestra labor, hemos logrado traducir el Nuevo Testamento en veinte idiomas, nos sentimos muy satisfechos con esa cobertura, teniendo la certeza de que los grandes segmentos de la población han oído este material, poniendo nuestro objetivo en el programa «La Fe viene por el Oír» creado para las comunidades indígenas y para comunidades analfabetas. Nuestros materiales están realizados con alta calidad y se entregan a las comunidades en su propio idioma, pues sabemos que la gente ama su idioma.
En Guatemala, desde 1895 somos la sede para coordinar la distribución de las Escrituras en toda América Central y, dentro de su proceso, las Sociedades Bíblicas logran su autonomía e independencia, pero no así su relación interinstitucional, fortaleciéndose y aglutinando prácticamente a todas las iglesias y a todas las denominaciones. Tenemos un alto sentido de servicio para todas las comunidades cristianas, eso significa para todos, aunque se sabe que las raíces de esta organización nacen del protestantismo, pero hemos aprendido a trabajar con todas las comunidades que así lo requieran.
Actualmente sentimos la necesidad de dar a conocer nuestra historia, pues antes eran pocos los elementos disponibles, pero ahora que la sustentación es grande queremos hacer un museo de la Biblia, para que todo guatemalteco esté enterado del privilegio que tenemos de poder leer la palabra de Dios y que esté accesible para todos.
Dado el crecimiento que ha tenido la Sociedad Bíblica en Guatemala y en el mundo, ¿cómo asimilan ustedes este actuar que está trascendiendo las generaciones?
Lo hemos ido asimilando conforme va pasando el tiempo y las generaciones. Respetando las culturas, no actuamos hasta que no sea requerida nuestra presencia, o según lo solicite el concilio de iglesias de un país, por lo que tenemos también testimonio que, ahora que estamos trabajando en Belice, sabemos que fue el territorio de importancia para que la palabra de Dios viniera a estas regiones.
Es más, en 1847 Federico Crowe fue expulsado del país por estar distribuyendo la Biblia, entonces, para no tener problemas, empezó a prestarlas, llegando a ser maestro de inglés y francés de José Batres Montufar y catedrático de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Volviendo a la organización, es la plataforma para el punto de encuentro de todo el mundo alrededor del tema; para nosotros es un privilegio poder trabajar con toda la iglesia, pues saben de nuestro trabajo y no sólo nos dan la palabra sino que nos dan también el púlpito y eso es sumamente importante para nosotros.
Nuestro propósito es servir a través de la palabra de nuestro Señor y ponerla a la disposición de todos, tanto para el que la puede adquirir como para aquel que no puede hacerlo.
Nuestro trabajo en Guatemala es fuertísimo, el Departamento de Traducciones ha involucrado a muchísima gente, hay especialistas, tenemos indígenas convencidos de su rica aportación para su misma comunidad; estamos esforzándonos, estamos creyendo que la misión tiene su cumplimiento.
¿Cuál es el proyecto más importante que Sociedad Bíblica tiene en el corazón poder desarrollar en Guatemala?
Yo creo que si hacemos accesible la palabra de Dios a indígenas y a no indígenas, la misión está siendo cumplida. Sabemos que no podemos lograr este sueño solos, pero también sabemos que proveyendo el material como herramienta adecuada a la iglesia, estaremos llegando realmente a la transformación humana.
La Biblia es la respuesta de Dios a todas las necesidades del ser humano, no sólo a las necesidades espirituales. El hombre de hoy tiene muchas necesidades en todos los campos donde se mueve, pero lo más importante es que Dios tiene la solución adecuada y la ha provisto en su Palabra misma.
Todas las áreas del actuar humano están completamente abarcadas en la Biblia, nosotros tenemos la responsabilidad de transmitir los valores que edifican a las sociedades de hoy, como una respuesta a la búsqueda de una mejor convivencia pacífica. Eso es precisamente lo que queremos conquistar en cada una de nuestras comunidades.
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Lunes, 13 de Abril de 2009 12:33

Esta campaña tiene como objetivo llevar un mensaje de esperanza y ayuda a las áreas damnificadas, así como exhortar a las personas que no sufrieron pérdidas humanas o materiales a no olvidarse del necesitado.
A continuación, una entrevista realizada en este contexto al reverendo Cornelio Midence, Director ejecutivo de la Sociedad Bíblica de Guatemala, en Exclusiva para Cid News Media.com.
La Sociedad Bíblica, transformando pueblos con la palabra de Dios.
Convencidos de estar cumpliendo la misión de llevar a los pueblos del mundo la palabra transformadora de Dios, la Sociedad Bíblica nos comenta el tema de un cambio auténtico y urgente para el hombre de hoy.
Estas sociedades bicentenarias han logrado trascender a más generaciones y pueblos, que sin ser iglesia, se han comprometido a cumplir un mandamiento: compartir el amor y la misericordia de un Dios vivo, que ha llegado al mundo a través de nuestro Señor Jesucristo.
El Reverendo Cornelio Midence, Director ejecutivo de Sociedad Bíblica de Guatemala, nos hace una invitación a navegar por el testimonio unificador de esta organización, ante las iglesias existentes en el mundo actual.
¿Cuál es la visión que tienen como Sociedad Bíblica?
Nuestra visión es hacer accesible la palabra de Dios a toda criatura, para que toda persona tenga un cambio, que es precisamente lo que puede transformar una sociedad.
La labor se desarrolla dentro de una confraternidad de Sociedades Bíblicas Unidas, que es una organización representada por Sociedades Bíblicas de todo el mundo, y que abarca unos setenta territorios, incluyendo Cuba y China Continental.
¿Cómo influye la Sociedad Bíblica en regímenes autoritarios como los existentes?
Por un lado, respetando y valorizando las culturas, empezando por su propio idioma. En nuestro país estamos desarrollando el proyecto de traducción de la palabra de Dios a diversos idiomas y dialectos, que es parte de la riqueza de nuestra nación.
En la actualidad tenemos la traducción de la Biblia en cinco idiomas indígenas y en los próximos cuatro años la traducción a otros cuatro idiomas mayas, además de la traducción del Nuevo Testamento a otra diversidad de idiomas.
Estamos cumpliendo la mejor de las misiones, que es llevar la palabra de Dios a toda criatura en su propio idioma, para que pueda vivir los principios y valores de una forma tal que comprenda que la Biblia no es sólo para la Iglesia sino para la humanidad misma.
El concepto de la globalización aquí se viene trabajando desde hace mucho tiempo, donde la interconexión y la comunión entre las sociedades bíblicas ha sido fortalecedor. Es así como los gobiernos del mundo han abierto sus puertas, haciendo de nuestra labor una labor hermosa, por ejemplo el gobierno de China nos permitió establecer una imprenta desde hace ocho años, y en Cuba desde hace veinte años que venimos trabajando para promover la misión de la palabra de Dios.
Como SB tenemos más de doscientos años en el cumplimiento de la misión de promover la palabra de Dios, surgiendo el sentir en Inglaterra de que era necesario y sumamente trascendental el tener acceso a la Palabra, no solamente para los habitantes del imperio británico sino para toda persona, en todo idioma posible.
Después del asombroso testimonio de fe de una niña de Gales, quien había ahorrado durante cuatro años y caminado 30 kilómetros para comprar una Biblia y cuando llegó al sitio donde las vendían no encontró ninguna, se establece la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera y se adhieren otras con objetivos similares, no sólo en Inglaterra sino también en Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, y hasta Rusia, pues después del desmembramiento de la Unión Soviética de todos los países emergentes, surge también la necesidad de que la SB apoye y lleve la obra a estos lejanos lugares.
La sociedad Bíblica tiene tres elementos esenciales: la traducción, la publicación y la distribución de las Sagradas Escrituras. Dentro de nuestra labor también está la búsqueda continua de recursos en todo el mundo, para que las personas tengan acceso a la palabra de Dios en su idioma local y al precio más bajo posible.
Dado el analfabetismo existente en Guatemala, ¿cómo llega Sociedad Bíblica a esas comunidades?
Contamos con un proceso muy interesante, sabemos que el cuadro de analfabetismo en Guatemala es dramático y esa realidad no puede ocultarse.
Desde hace varios años estamos usando el recurso de audio, hemos grabado en conjunto con otras entidades afines que reconocen nuestra labor, hemos logrado traducir el Nuevo Testamento en veinte idiomas, nos sentimos muy satisfechos con esa cobertura, teniendo la certeza de que los grandes segmentos de la población han oído este material, poniendo nuestro objetivo en el programa «La Fe viene por el Oír» creado para las comunidades indígenas y para comunidades analfabetas. Nuestros materiales están realizados con alta calidad y se entregan a las comunidades en su propio idioma, pues sabemos que la gente ama su idioma.
En Guatemala, desde 1895 somos la sede para coordinar la distribución de las Escrituras en toda América Central y, dentro de su proceso, las Sociedades Bíblicas logran su autonomía e independencia, pero no así su relación interinstitucional, fortaleciéndose y aglutinando prácticamente a todas las iglesias y a todas las denominaciones. Tenemos un alto sentido de servicio para todas las comunidades cristianas, eso significa para todos, aunque se sabe que las raíces de esta organización nacen del protestantismo, pero hemos aprendido a trabajar con todas las comunidades que así lo requieran.
Actualmente sentimos la necesidad de dar a conocer nuestra historia, pues antes eran pocos los elementos disponibles, pero ahora que la sustentación es grande queremos hacer un museo de la Biblia, para que todo guatemalteco esté enterado del privilegio que tenemos de poder leer la palabra de Dios y que esté accesible para todos.
Dado el crecimiento que ha tenido la Sociedad Bíblica en Guatemala y en el mundo, ¿cómo asimilan ustedes este actuar que está trascendiendo las generaciones?
Lo hemos ido asimilando conforme va pasando el tiempo y las generaciones. Respetando las culturas, no actuamos hasta que no sea requerida nuestra presencia, o según lo solicite el concilio de iglesias de un país, por lo que tenemos también testimonio que, ahora que estamos trabajando en Belice, sabemos que fue el territorio de importancia para que la palabra de Dios viniera a estas regiones.
Es más, en 1847 Federico Crowe fue expulsado del país por estar distribuyendo la Biblia, entonces, para no tener problemas, empezó a prestarlas, llegando a ser maestro de inglés y francés de José Batres Montufar y catedrático de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Volviendo a la organización, es la plataforma para el punto de encuentro de todo el mundo alrededor del tema; para nosotros es un privilegio poder trabajar con toda la iglesia, pues saben de nuestro trabajo y no sólo nos dan la palabra sino que nos dan también el púlpito y eso es sumamente importante para nosotros.
Nuestro propósito es servir a través de la palabra de nuestro Señor y ponerla a la disposición de todos, tanto para el que la puede adquirir como para aquel que no puede hacerlo.
Nuestro trabajo en Guatemala es fuertísimo, el Departamento de Traducciones ha involucrado a muchísima gente, hay especialistas, tenemos indígenas convencidos de su rica aportación para su misma comunidad; estamos esforzándonos, estamos creyendo que la misión tiene su cumplimiento.
¿Cuál es el proyecto más importante que Sociedad Bíblica tiene en el corazón poder desarrollar en Guatemala?
Yo creo que si hacemos accesible la palabra de Dios a indígenas y a no indígenas, la misión está siendo cumplida. Sabemos que no podemos lograr este sueño solos, pero también sabemos que proveyendo el material como herramienta adecuada a la iglesia, estaremos llegando realmente a la transformación humana.
La Biblia es la respuesta de Dios a todas las necesidades del ser humano, no sólo a las necesidades espirituales. El hombre de hoy tiene muchas necesidades en todos los campos donde se mueve, pero lo más importante es que Dios tiene la solución adecuada y la ha provisto en su Palabra misma.
Todas las áreas del actuar humano están completamente abarcadas en la Biblia, nosotros tenemos la responsabilidad de transmitir los valores que edifican a las sociedades de hoy, como una respuesta a la búsqueda de una mejor convivencia pacífica. Eso es precisamente lo que queremos conquistar en cada una de nuestras comunidades.

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